“San Juan Niño” de la Escuela sevillana, finales del siglo XVII - Antigüedades Conde de Aranda
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“San Juan Niño” de la Escuela sevillana, finales del siglo XVII

En esta obra se representa a san Juan Bautista niño, vestido con su habitual túnica roja y la piel de camello típica de su iconografía. La figura se sitúa en un entorno de paisaje clasicista, calmado y sereno, abierto por un lado y cerrado por el otro y dominado por una luz fría, todos elementos propios del tipo de pintura paisajística determinada por los italianos hermanos Carracci, padres del clasicismo barroco y cuya influencia fue notable en la pintura barroca de la escuela española.

La luz, ya mencionada, queda dirigida en un foco que incide directamente sobre el apacible rostro del protagonista, que se muestra al espectador de un modo vulnerable con la inocencia de un niño que no conoce su cruel destino. Fue el Renacimiento italiano el que popularizó el tipo de niño de cabellos rizados, inspirado en los “putti” clásicos. Es un tema que no tiene fundamento bíblico, pero se entiende el atractivo que debía ejercer sobre los pintores de la maternidad y la infancia así como entre los fieles, quienes veían así la figura de niños tratada con una mayor humanidad. El tipo iconográfico evolucionó, y pronto pasó a representarse a san Juanito como única figura, tal y como aquí vemos. Una vez adoptada esta representación de san Juan Niño, la estética del barroco reincidió en este canon ya que permitía mostrar al fiel una imagen amable con la que empatizar en un periodo de confusión y de crisis para la iglesia.

Los evangelios dicen de Juan el Bautista que fue hijo del sacerdote Zacarías y de Isabel, prima de la Virgen María. Se retiró muy joven al desierto de Judea para llevar una vida ascética y predicar la penitencia, y reconoció en Jesús, que se hizo bautizar por él, al Mesías anunciado por los profetas. Un año después del bautismo de cristo, en el año 29, Juan fue arrestado y encarcelado por el tetrarca de Galilea Herodes Antipas, cuyo matrimonio con Herodías, su sobrina y cuñada, se había atrevido a censurar. Finalmente san Juan fue decapitado, y su cabeza entregada a Salomé como premio por sus hermosas danzas. Este santo aparee en el arte cristiano con dos aspectos diferentes: como niño, compañero de juegos de Jesús, y como adulto, predicador ascético.

Título

“San Juan Niño”

Autor

Escuela sevillana

Época

Medidas: 53 x 73 cm

Material

Óleo sobre lienzo. Reentelado.

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