En esta vista panorámica de Toledo el artista trabaja con una pincelada libre, ligera, nerviosa, empastada, que añade valores matéricos a la obra. Destaca el color, vibrante y contrastado, y la sensación de vida y movimiento, de agitación, que recorre toda la escena.

Hijo de inmigrantes canarios, Aguiar nació en Cuba pero pronto se trasladó a España, iniciando su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Fernando de Madrid. Gracias a una beca concedida por el Cabildo Insular de La Gomera, tras su primera exposición en el Museo de Arte Moderno de Madrid (1935), viajó por Italia, donde recibió la influencia de la pintura del Trecento, especialmente la de Masaccio, así como de la pintura pompeyana, cuyos ecos permanecerán desde entonces en su obra.

Becado por la Fundación Juan March, realizó su obra más conocida, “Los ángeles y los monstruos”, donde se aleja de su temática habitual hasta entonces, religiosa y regionalista, para iniciar la que será su etapa madura, marcada por los rasgos expresionistas. La mayor parte de su obra se halla recogida en su casa-museo de Agulo, La Gomera, aunque también está presente en las colecciones del Museo de Bellas Artes de Valencia, la Universidad de Salamanca y el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid.