Nacido en un entorno familiar eminentemente artístico, su formación se inició a través de su padre y su tío en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia, pasando en 1904 a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid y al taller del Padre Félix Granda, uno de los más destacados de su época en imaginería religiosa. Tras una beca que le posibilita un primer viaje a Roma que extiende a Florencia, Nápoles o París, retorna a España.
Durante su estancia en Roma conoció a otro becado, el después gran pintor José Nogué Massó, quien retrató a Capuz en 1910. La obra, de excelente factura, se conserva en el Museo Provincial de Jaén y es propiedad de la Junta de Andalucía.
A partir de los años veinte del pasado siglo, obtuvo gran éxito entre los ambientes artísticos españoles, compaginando su labor artística con la enseñanza en la Escuela de Artes y Oficios de la capital de España como catedrático de Modelado y Vaciado. En 1927 fue nombrado Académico de Bellas Artes de San Fernando.